Retrato de un Instante es un estudio de fotografía de boda pequeño y personal, porque creemos en la identidad de nuestro trabajo y en la importancia de mantener su esencia. Somos un equipo muy reducido, con Paco Marín y Daniel Atarés al frente, y por eso no realizamos más de una o dos bodas por fin de semana.
Desde nuestros comienzos seguimos un manual de estilo basado en dos principios fundamentales: tratar a cada cliente con cariño, cercanía y dedicación; y trabajar siempre con profesionalidad y amor por las cosas bien hechas, que para nosotros es la única manera de alcanzar el éxito.
El fotoperiodismo es la base de nuestro trabajo como fotógrafos de boda, pero también tenemos algo de retratistas, paisajistas, fotógrafos de moda e incluso, a veces, de guerra. No creemos en lo fingido ni en lo ficticio. Queremos que los novios se dediquen a disfrutar de su día con los suyos, mientras nosotros contamos historias reales de forma discreta y a nuestra manera.
Nuestros reportajes se inspiran en el cine, la música, el arte y la naturaleza. La estética limpia y sencilla de Bergman. La España más profunda de Delibes y García Rodero. La elegancia de Cohen y los acordes de Wilco.
Somos fotógrafos de boda, pero no exclusivamente. También trabajamos para marcas y revistas de interiorismo, arquitectura, viajes, arte y naturaleza. Esta diversidad es otra de nuestras señas de identidad que enriquece nuestra mirada.
Nos gusta trabajar en entornos naturales y sentir el sol (y también la lluvia) bajo nuestras cabezas. Cada temporada recorremos España de cabo a rabo y nada nos gusta más que enriquecernos de su inagotable diversidad. Nos encantan las bodas sencillas y cuidadas, en las que los novios sienten una conexión especial con nuestra forma de contarlas. Si es este vuestro caso nos tomamos un café y hablamos.